A morada do urso-pardo. Somiedo. Ruta 4 y última: Valle de Pigüeña
Esta ruta la hicimos el último día de nuestra estancia en Somiedo, justo antes del regreso a Madrid. Nos hizo un día magnífico aunque estaba previsto un cambio meteorológico a partir de esa tarde y así fue; al poco tiempo de irnos muchos sitios por los que habíamos pisado con total comodidad estaban de nuevo "pintados" de blanco. Tuvimos mucha suerte, sin duda.
El valle de Pigüeña, quizás paisajísticamente no tan espectacular como sus vecinos (aunque es cuestión de gustos), guarda el encanto especial de lo auténtico. Me pareció más salvaje y tradicional. Un lugar aislado y, por lo que parece, menos frecuentado. Al menos nosotros hicimos la ruta entera sin encontrarnos una sola persona más allá de los ganaderos que desarrollaban su labor en los prados más cercanos al pueblo.
La ruta partía de Villar de Vildas y terminaba en la zona de Las Zreizales/Cereizales (una foto de esta zona que hicimos desde la Enfestiella ya aparece en el topic de la Ruta 2). Finalmente no completamos la totalidad del camino y llegamos sólo hasta la Cascada del Corralón, donde comimos. Se nos hacía tarde y había que volver a Madrid; aunque si por mi hubiese sido ese lugar no lo hubiera abandonado nunca...
Aquí van las fotos:
Camino a Villar de Vildas (por ahí se ve la carretera...)
El pueblo con un bonito telón de fondo
Nuestro anfitrión al llegar al pueblo. Nada más abrir la puerta del coche ahí lo teníamos e hizo toda la ruta con nosotros
Prados junto al pueblo al inicio de la ruta
Con estas vistas
Una auténtico paraíso para las vacas

Esta ruta la hicimos el último día de nuestra estancia en Somiedo, justo antes del regreso a Madrid. Nos hizo un día magnífico aunque estaba previsto un cambio meteorológico a partir de esa tarde y así fue; al poco tiempo de irnos muchos sitios por los que habíamos pisado con total comodidad estaban de nuevo "pintados" de blanco. Tuvimos mucha suerte, sin duda.
El valle de Pigüeña, quizás paisajísticamente no tan espectacular como sus vecinos (aunque es cuestión de gustos), guarda el encanto especial de lo auténtico. Me pareció más salvaje y tradicional. Un lugar aislado y, por lo que parece, menos frecuentado. Al menos nosotros hicimos la ruta entera sin encontrarnos una sola persona más allá de los ganaderos que desarrollaban su labor en los prados más cercanos al pueblo.
La ruta partía de Villar de Vildas y terminaba en la zona de Las Zreizales/Cereizales (una foto de esta zona que hicimos desde la Enfestiella ya aparece en el topic de la Ruta 2). Finalmente no completamos la totalidad del camino y llegamos sólo hasta la Cascada del Corralón, donde comimos. Se nos hacía tarde y había que volver a Madrid; aunque si por mi hubiese sido ese lugar no lo hubiera abandonado nunca...
Aquí van las fotos:
Camino a Villar de Vildas (por ahí se ve la carretera...)

El pueblo con un bonito telón de fondo

Nuestro anfitrión al llegar al pueblo. Nada más abrir la puerta del coche ahí lo teníamos e hizo toda la ruta con nosotros


Prados junto al pueblo al inicio de la ruta


Con estas vistas


Una auténtico paraíso para las vacas


