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By: La Voz de Galicia
Las temperaturas máximas registradas en las ciudades gallegas en lo que va de abril superan hasta en 2 grados los valores normales para esta época del año. El anticiclón instalado en el Atlántico norte desde comienzos de mes y la creciente duración de los días están dando lugar a un anticipo veraniego que ya en sus primeras jornadas disparó los termómetros por encima de los 25 grados en las dos provincias del sur. Ayer MeteoGalicia midió 27 grados en Ourense y 26 en Pontevedra, y los valores previstos para hoy son ligeramente superiores (28 en Ourense), atendiendo al aumento de las temperaturas nocturnas que se produce inevitablemente tras varios días de calentamiento, y a su vez propicia el ascenso de las máximas.
Este ciclo tocará techo con la formación de tormentas como las que a media tarde de ayer cayeron en la capital ourensana y en otros puntos del interior y de las Rías Baixas, alimentadas por el aire frío embolsado en las capas medias de la atmósfera. Mientras ese refresco no se generalice, Galicia continuará bajo los efectos de una racha cálida que ya acumula un superávit térmico notable, y eso a falta de dos semanas para acabar el mes. En Santiago la media de las temperaturas máximas se situó ayer en 18,1 grados, frente a los 15,5 normales; en Pontevedra superó los 20, por los 18 de la serie climática, y en Ferrol rozó los 18, cuando lo propio de abril son 15,6 grados.
Históricos 41° en Lourizán
No se batieron, en todo caso, las máximas absolutas anotadas por los meteorólogos en la serie histórica de este mes, que recoge los 41 grados registrados en 1968 en Pontevedra por el Instituto Nacional de Meteorología, los 30 de Lugo observados por MeteoGalicia en 1994, o los 32,8 de Ourense en abril de 1994. Ni parece que se vayan a batir en lo que queda de mes. El pronóstico a medio plazo recoge para la próxima semana alta probabilidad de lluvias, con toda Galicia bajo los efectos de las borrascas atlánticas.
La cobertura nubosa impediría un ascenso térmico tan acusado como el actual, aunque a estas alturas de año, con 13 horas diarias de sol, los episodios de frío están cada vez más lejos. Fuentes de MeteoGalicia indicaron que aunque el estado de la atmósfera sigue muy condicionado por el invierno, la duración del día y la inclinación del sol equivalen a las de finales de agosto, por lo que los termómetros suben por necesidad.
Las temperaturas máximas registradas en las ciudades gallegas en lo que va de abril superan hasta en 2 grados los valores normales para esta época del año. El anticiclón instalado en el Atlántico norte desde comienzos de mes y la creciente duración de los días están dando lugar a un anticipo veraniego que ya en sus primeras jornadas disparó los termómetros por encima de los 25 grados en las dos provincias del sur. Ayer MeteoGalicia midió 27 grados en Ourense y 26 en Pontevedra, y los valores previstos para hoy son ligeramente superiores (28 en Ourense), atendiendo al aumento de las temperaturas nocturnas que se produce inevitablemente tras varios días de calentamiento, y a su vez propicia el ascenso de las máximas.
Este ciclo tocará techo con la formación de tormentas como las que a media tarde de ayer cayeron en la capital ourensana y en otros puntos del interior y de las Rías Baixas, alimentadas por el aire frío embolsado en las capas medias de la atmósfera. Mientras ese refresco no se generalice, Galicia continuará bajo los efectos de una racha cálida que ya acumula un superávit térmico notable, y eso a falta de dos semanas para acabar el mes. En Santiago la media de las temperaturas máximas se situó ayer en 18,1 grados, frente a los 15,5 normales; en Pontevedra superó los 20, por los 18 de la serie climática, y en Ferrol rozó los 18, cuando lo propio de abril son 15,6 grados.
Históricos 41° en Lourizán
No se batieron, en todo caso, las máximas absolutas anotadas por los meteorólogos en la serie histórica de este mes, que recoge los 41 grados registrados en 1968 en Pontevedra por el Instituto Nacional de Meteorología, los 30 de Lugo observados por MeteoGalicia en 1994, o los 32,8 de Ourense en abril de 1994. Ni parece que se vayan a batir en lo que queda de mes. El pronóstico a medio plazo recoge para la próxima semana alta probabilidad de lluvias, con toda Galicia bajo los efectos de las borrascas atlánticas.
La cobertura nubosa impediría un ascenso térmico tan acusado como el actual, aunque a estas alturas de año, con 13 horas diarias de sol, los episodios de frío están cada vez más lejos. Fuentes de MeteoGalicia indicaron que aunque el estado de la atmósfera sigue muy condicionado por el invierno, la duración del día y la inclinación del sol equivalen a las de finales de agosto, por lo que los termómetros suben por necesidad.